Clean energy del perú

Centro de Control del Futuro Hoja de ruta del sistema peruano

Un sistema energético alimentado por tecnologías energéticas limpias difiere profundamente de uno alimentado por los recursos tradicionales de hidrocarburos. Las plantas solares fotovoltaicas (FV), los parques eólicos y los vehículos eléctricos (VE) suelen requerir más minerales para su construcción que sus homólogos basados en combustibles fósiles. Un coche eléctrico típico requiere seis veces más insumos minerales que un coche convencional y una planta eólica en tierra requiere nueve veces más recursos minerales que una planta de gas. Desde 2010, la cantidad media de minerales necesarios para una nueva unidad de capacidad de generación de energía ha aumentado un 50% a medida que ha aumentado la cuota de las energías renovables en las nuevas inversiones.

¿De qué sectores proceden estos aumentos? En los escenarios impulsados por el clima, la demanda de minerales para su uso en vehículos eléctricos y almacenamiento de baterías es una fuerza importante, con un crecimiento de al menos treinta veces hasta 2040. El litio es el que experimenta el crecimiento más rápido, con una demanda que se multiplicará por más de 40 en la EDS para 2040, seguido del grafito, el cobalto y el níquel (unas 20-25 veces). La expansión de las redes eléctricas significa que la demanda de cobre para las líneas de la red se duplica con creces en el mismo periodo. El aumento de la generación de electricidad con bajas emisiones de carbono para cumplir los objetivos climáticos también supone triplicar la demanda de minerales de este sector para 2040. La eólica se lleva la palma, impulsada por el uso intensivo de materiales en alta mar. Le sigue de cerca la energía solar fotovoltaica, debido al gran volumen de capacidad que se añade. La energía hidráulica, la biomasa y la nuclear sólo contribuyen en menor medida, dadas sus necesidades comparativamente bajas de minerales. En otros sectores, el rápido crecimiento del hidrógeno como vector energético sustenta un importante aumento de la demanda de níquel y circonio para electrolizadores, y de metales del grupo del platino para pilas de combustible.

Perú afronta el reto de encontrar su propio camino hacia la energía

Las fuentes de energía renovables ya representan el 60% de la generación eléctrica de Perú. Aproximadamente el 55% procede de la energía hidroeléctrica y el 4% restante de la solar y la eólica (2019).8 El Gobierno pretende aumentar la cuota de la solar y la eólica en la generación de energía hasta el 15% en 2030. Las vías compatibles con 1,5 ºC requerirían que la cuota de energías renovables se situara en torno al 95-98% en 2030. Los objetivos del sector eléctrico peruano pueden mejorarse. Sin embargo, es muy probable que el país necesite un importante apoyo internacional para lograr este resultado.

Las vías compatibles con 1,5 ºC requerirían la eliminación progresiva del gas del sector eléctrico entre 2033 y 2035. Sin embargo, Perú sigue ampliando el uso del gas fósil en el sector eléctrico y en otros sectores mediante, por ejemplo, el relanzamiento en enero de 2023 de la construcción del gasoducto en el sur de Perú.

Las energías renovables representaron el 60% de la generación eléctrica de Perú en 2019. El impulso de las energías renovables, como la solar y la eólica, será el motor clave de la descarbonización del sector eléctrico. También reducirá la dependencia de los enfoques de eliminación de dióxido de carbono. Para alcanzar una temperatura de 1,5 °C, Perú tendría que llegar al 100% de producción de energía renovable en 2035. Un aumento tan rápido de las energías renovables y la eliminación progresiva de los combustibles fósiles requerirán un apoyo internacional considerable.

Planta solar de Rubí, energía solar para una nueva era. Enel Perú.

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A mayo de 2019, Perú mantenía 14,900 MW de capacidad de generación de energía renovable, basada en una mezcla de contribuciones de instalaciones hidroeléctricas, eólicas, de biomasa y solares. La hidroeléctrica y la eólica proporcionaron el 43% y el 40%, respectivamente; la biomasa aportó otro 11,6%; y la solar produjo el 5% restante. El país se ganó la reputación de pionero de las energías renovables en la región con la finalización en 2012 de Repartición, un proyecto solar de 22 MW, que era el mayor de su clase en Sudamérica en ese momento.

Aunque el desarrollo del segmento tuvo un comienzo prometedor, el crecimiento de las capacidades eólicas y solares en particular se ha ralentizado significativamente, y las renovables siguen representando una pequeña parte del mix energético total. En 2017, estas fuentes representaban el 2,7% de la energía distribuida a través de la red eléctrica del país, conocida como Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN), según una evaluación de EY.

Nearshoring y energías renovables en la República Dominicana

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