Poesía a san martín de porres

El santo martín

El santo de hoy nació en la Lima colonial peruana, de padre español bien relacionado y madre panameña negra que había sido esclava. Si bien la filiación es reveladora, centrarse únicamente en los orígenes de alguien también puede ser un atajo perezoso que reduce a una persona compleja a meras líneas de sangre, dejando de lado mil factores más convincentes que hacen que una vida sea interesante. Sin embargo, sería difícil exagerar hasta qué punto el origen mulato (español y negro) de Martín de Porres influyó en su vida. Aunque su padre era perfectamente conocido, en el registro de bautismo de Martín se lee «Hijo de padre desconocido», lo que convierte a Martín en ilegítimo, una grave desventaja. Ser medio negro en la América Latina colonial era empezar la carrera de la vida con diez millas de retraso. Alcanzar a los peninsulares o a los criollos era imposible. En la larga escala de aceptabilidad social de las colonias españolas, Martin estaba justo por encima de un esclavo africano.

Sin embargo, su padre se aseguró de que su hijo recibiera una buena educación y lo matriculó como aprendiz de barbero-cirujano en Lima. Martin aprendió a curar fracturas, vendar heridas y tratar infecciones según las mejores prácticas de su época. Y de su madre aprendió algunos remedios herbales poco convencionales que completaron su educación médica más tradicional. Estos conocimientos le serían muy útiles a lo largo de su vida. Trataba a enfermos y heridos con regularidad y, con el tiempo, se ganó la reputación de extraordinario sanador. Ayudó a fundar un hospital y un orfanato en Lima, distribuyó alimentos entre los pobres y atendió a esclavos africanos recién llegados. Su extraordinaria caridad fue su mayor atributo. ¿Necesitas velas? Por supuesto. ¿Mantas? Un momento, por favor. ¿Zapatos y un peine? Ahora vuelvo. ¿Milagros y curas? Sí, que Dios te bendiga. Martín de Porres se hizo famoso por hacer muchas cosas -muchísimas cosas- y hacerlas todas bien y con una sonrisa.

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Memoria de san martín de tours, obispo

Mis iconos de santos son una impresión en color de mi pintura original fijada a un bloque de madera, que adorno con pintura acrílica, lápiz de color, rotulador y pan de plata. Todos los iconos llevan un ribete de hojalata martillada y una placa de hojalata con el nombre. El reverso contiene información sobre el Santo y un colgador dentado. Cada icono es una pieza única, no hay dos iguales. Investigo cuidadosamente a cada santo e intento que su vestimenta y aspecto sean apropiados a su época y etnia. Cada icono mide 3 por 4 pulgadas y pesa aproximadamente 6 onzas.

Estoy encantada con esta compra. Estamos construyendo un ostentoso catio para nuestro bengalí *mimado* y quería adornar la entrada con un pequeño icono de la patrona de los gatos, Santa Gertrudis. Le pregunté a la artista si estaría dispuesta a personalizar el gato, me pidió algunas fotos de nuestro gatito y ¡voilá! El resultado es impresionante. Calidad excepcional, maravillosa representación de nuestro gato, parece tan personalizado. El servicio de atención al cliente fue excepcional.

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Primer santo negro

Martín nació en Lima (Perú) en 1579, hijo de un caballero español, Don Juan de Porres, y de la antigua esclava panameña Ana Velázquez. En un principio, su padre se negó a reconocerlo públicamente como hijo suyo, porque Martín, al igual que su madre, era negro. Aunque el padre de Martín ayudó más tarde a costear su educación, su hijo se enfrentó a dificultades debido a su origen familiar.

A los 12 años, Martin estudió para barbero, lo que en aquella época significaba también farmacéutico, médico y cirujano. Una vez formado, empezó a utilizar sus habilidades para servir a los pobres. Se hizo muy conocido por su compasión y habilidad como barbero, y atendió a muchas personas y animales.

Martín era un niño piadoso, que empezó a rezar a una edad temprana. Tenía una profunda devoción por la Pasión de Nuestro Señor, y rezaba pidiendo discernimiento para saber cómo podía mostrar su gratitud a Dios por este gran sacrificio. Creía que Dios le llamaba a una vocación religiosa. Cuando Martín tenía quince años, comenzó a trabajar con los dominicos como ayudante laico y, más tarde, se convirtió en Hermano Laico profeso en el Convento Dominico de Lima, donde trabajó como barbero, peón agrícola, costurero y cuidador de enfermos. Todos los días repartía comida a los hambrientos, cuidaba a los enfermos y ayudó a fundar un orfanato y un hospicio para bebés abandonados.

Homilía de San Martín de Tours

Vela de Oración de San Martín de Porres. La oración en el reverso dice: Oración a San Martín de Porres Humildísimo San Martín, cuya ardiente caridad abraza a todos, pero especialmente a los enfermos, afligidos o necesitados, nos dirigimos a ti para pedirte ayuda en nuestras dificultades actuales y te imploramos que nos obtengas de Dios la salud del alma y del cuerpo, y en particular el favor que ahora te pedimos. Que, imitando tu caridad y humildad, encontremos tranquilidad y contentamiento todos nuestros días, y alegre sumisión a la santa voluntad de Dios en todas las pruebas y dificultades de la vida. Amén. Fiesta del 11 de noviembre.

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