¿Por qué son importantes los derechos humanos?
La tradición católica enseña que sólo se puede proteger la dignidad humana y lograr una comunidad sana si se protegen los derechos humanos y se cumplen las responsabilidades. Por tanto, toda persona tiene un derecho fundamental a la vida y un derecho a las cosas necesarias para la decencia humana. A estos derechos corresponden deberes y responsabilidades: de unos hacia otros, hacia nuestras familias y hacia la sociedad en general.
Subyace al principio del bien común el respeto a la persona humana como tal, dotada de derechos básicos e inalienables ordenados a su desarrollo integral. También tiene que ver con el bienestar general de la sociedad y el desarrollo de diversos grupos intermedios, aplicando el principio de subsidiariedad. Entre esos grupos destaca la familia, como célula básica de la sociedad. Por último, el bien común exige la paz social, la estabilidad y la seguridad que proporciona un cierto orden que no puede alcanzarse sin una especial preocupación por la justicia distributiva; siempre que ésta se viola, sobreviene la violencia. La sociedad en su conjunto, y el Estado en particular, están obligados a defender y promover el bien común. (Papa Francisco, Sobre el cuidado de la casa común [Laudato Si’], n. 157)
¿Cuáles son nuestros derechos y deberes?
La Constitución garantiza a los ciudadanos indios los seis derechos fundamentales siguientes: (i) derecho a la igualdad, (ii) derecho a la libertad, (iii) derecho contra la explotación, (iv) derecho a la libertad religiosa, (v) derechos culturales y educativos, y (vi) derecho a recursos constitucionales.
¿Cuál es la obligación de cumplir los derechos humanos?
La obligación de cumplir significa que los Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos. Mediante la ratificación de los tratados internacionales de derechos humanos, los gobiernos se comprometen a poner en marcha medidas y legislación nacionales compatibles con las obligaciones y deberes que les imponen los tratados.
¿Por qué es importante conocer sus derechos y deberes?
Te evita problemas innecesarios
Conocer tus derechos te ayudará a conocer las normas, para que nunca las incumplas. Y cuando conozcas las normas, te ayudará a no relacionarte con personas equivocadas que te harán hacer cosas equivocadas.
Derechos y responsabilidades cuestiones sociales
El 10 de diciembre es el Día Internacional de los Derechos Humanos, un día para celebrar y defender la dignidad, la libertad y los derechos humanos básicos de todas las personas del mundo. Personas apasionadas de todo el mundo se unen a las Naciones Unidas para apoyar los derechos humanos y emprender acciones colectivas por un futuro mejor.
En todo el mundo, incluso aquí en Estados Unidos, somos testigos de cómo se despoja a las personas de sus derechos básicos. Algunos de estos derechos son tan graves como los que hemos visto en la historia, como la libertad frente a la esclavitud y la tortura, y el derecho a la libertad de expresión. Otros son por los que luchamos cada día en nuestras comunidades, como el derecho a no sufrir discriminación y a un juicio justo.
Aunque no resulte obvio, cada uno de nosotros ejerce una influencia sorprendente y significativa en la vida de los demás… en la de personas que ni siquiera conocemos. Una vez que salimos de nuestras burbujas de estrés laboral y preocupaciones para luchar por algo más grande, nosotros -todos y cada uno de nosotros- tenemos un poder increíble para el cambio positivo.
Aquí tienes 6 formas sencillas de apoyar y proteger los derechos humanos en tu vida cotidiana y empezar a empoderar a las personas de tu entorno y de todo el mundo. Cada acción, por pequeña que sea, puede marcar la diferencia.
Derechos humanos
Muchas cuestiones centrales de la filosofía política se centran naturalmente en las instituciones políticas. ¿Qué derechos y libertades debe conceder el Estado a sus ciudadanos? ¿Qué hace legítimo a un Estado? ¿Son justas las políticas no democráticas? ¿De qué tipo de igualdad debe ocuparse el Estado y cuánta desigualdad es demasiada?
O eso es lo que se piensa; pero incluso esta respuesta mínima tiene sus oponentes. Por un lado, también es plausible que a veces haya buenas razones para desobedecer la ley, tal vez incluso una obligación moral de hacerlo. Por eso vemos los numerosos casos de desobediencia civil durante el movimiento por los derechos civiles como ejemplos especialmente heroicos de buena ciudadanía. Además, los argumentos que se dan para pensar que existe una obligación moral de obedecer la ley se enfrentan a algunas objeciones poderosas. La línea argumental más popular apela a la noción de consentimiento. El «consentimiento de los gobernados» ha sido obviamente prominente en la tradición política estadounidense, y ha inspirado movimientos revolucionarios para abolir regímenes injustos y sustituirlos por gobiernos que (esperemos) rindieran cuentas a su pueblo. Y, sin embargo, casi ninguno de nosotros ha consentido realmente la autoridad de nuestros gobiernos. Ni siquiera se nos ha preguntado. Así que, si tenemos el deber de obedecer la ley, es difícil ver cómo puede surgir de nuestro libre consentimiento a la autoridad del gobierno con algo parecido al tipo de consentimiento que esperamos en otros contextos (como los contratos).
Derechos y responsabilidades de la persona humana
Son un importante medio de protección para todos nosotros, especialmente para quienes pueden sufrir malos tratos, abandono y aislamiento. Y lo que es más importante, estos derechos nos dan poder y nos permiten alzar la voz y cuestionar el mal trato dispensado por una autoridad pública.
Las familias de los fallecidos en el hospital de Mid Staffordshire pudieron esgrimir argumentos de derechos humanos para obtener indemnizaciones por el trato atroz sufrido por sus parientes, como no recibir ayuda para comer o beber o permanecer durante horas en sábanas sucias.
En muchos casos pudieron argumentar que los malos tratos y la negligencia habían causado la muerte de sus seres queridos y que ello constituía una violación de su derecho a la vida. También pudieron hacer uso del deber de investigación incluido en el derecho a la vida, para conseguir una investigación pública sobre la muerte de sus familiares.
Se querelló contra este trato y un juez dictaminó que violaba su derecho humano a no ser sometido a tratos inhumanos y degradantes. El juez declaró que estar esposado en su propia habitación de una sala de hospital con una sola puerta era humillante y atentaba contra la dignidad de Simon.
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Soy Romuald Fons, en mi viaje a Peru descubri FluyezCambios y desde entonces soy redactor jefe de la seccion de Posicionamiento Web. Gracias por leer mis excelentes posts sobre FluyezCambios. Saludos y hasta otra.